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miércoles, 7 de abril de 2010

Los Mandamientos (semana santa)


...Y dios dijo: Amaos los unos a los otros; así nació la traición...
En su principio sufrió la soledad de no entender a nadie, luego aprendió a adaptarse a la inequidad de los unos y los otros, luego caminó a lado de todos los señoritos fariseos, de repente estaba en boca de todos, luego en sus cuerpos y bacterias, después fue imperio y ahora es verdad LA MENTIRA. Fariseos y más fariseos, su fin de mundo se acerca y el nuestro ha pasado ya varias veces, inmunidad nos volvimos después de haberlos escuchado, aceptamos sus culpas mientras ustedes bebían del oro, sentimos hambre y sed mientras ustedes se bañaban de petróleo, olimos su peste mientras ustedes emanaban smog, y nos obligaron a estar juntos, la maldición no está dicha, está hecha. Y todo se irá poniendo peor, solo por gula seguimos consumiendo la vida, solo por vanidad seguimos proponiendo esperanza, solo por lujuria seguimos ultrajando las miradas, solo por envidia seguimos siendo sin querer, solo por orgullo nos segregamos hasta el fondo, por ira seguimos peleando en agonía, por avaricia deseamos a quien jamás hemos tenido y todo es una mentira, el egoísmo de todos para todos. Son días de un cáncer terminal anciano de "verdades colectivas". Empiezan a germinar las células inocentes infectas de salmos virulentos, miles de "fieles" recuerdan un relato de dulzura mórbida sin igual pues al humano lo que más le gusta es el entretenimiento público, mejor si tiene sangre, conflictos morales, y un ícono recurrente. Hoy se interpreta nuevamente la justificación de su maldad colectiva que por no aceptarla se sacan los ojos una semana para en un año entero disfrutar su espectáculo de autodestrucción masiva. Los diez mandamientos es la barca de psicología inversa mejor diseñada para el navegar del accionar humano, su bitácora es extensa, infinita, y siempre ha de entretener. Mejor si nadamos mar abierto desnudos jugando a ser criaturas que nacen de los instintos y no de sus leyes. La soberbia del hombre crea información pésimamente fundamentada y perfectamente elaborada para el control psicológico y físico de una gran cantidad de población que surge de estos cuentos y se agacha ante el poder superior convirtiéndose en esa ilógica retroalimentación de no temer a la muerte pues la miseria más detestable en la que vive se acabará en la supuesta redención de las almas. Jamás sabremos la verdad; ellos vienen de una generación cuadrada se les dificulta admitir sus culpas...me gusta ser de las últimas generaciones y haber destrozado muros y romanticismos absurdos, me gusta ver cómo en medio de tanta autodestrucción viven y bailan sus ojos, me gusta soñar que jamás terminará, despertar y sentir alivio. En el cuerpo de la fe anhelada hay una gran masa que camina por la sangre sagrada del gran enfermo, mientras su piel se desborda la lepra victoriosa lo agiganta dejando ciegos a posibles anticuerpos. Podría ser todo un pequeño sueño para un gigante o una gran pesadilla colectiva para todos. Si es verdad el sufrimiento no se compara, libérate de romanticismos absurdos y empecemos a creer en nosotros mismos, queda poco tiempo como para aceptar un fin planeado hace miles de años, solo el aroma es ahora el ser condenado a ser presencia y su carne es yugo de todo lo innombrable, quienes lo hacemos vertimos saliva dentro de su ánfora de irá que algunos llaman amor y sabiduría, una ironía eterna es su palabra, un desquicio abrumador su irrespeto. ¿Cómo ha de amar si la vertiente es seca? ¡Exacto! es solo esperar la lluvia crujiendo en su piel un diluvio inolvidable por asesinarlo todo...

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