TENER

TENER

Al vientre…

Su voluntad se quiebra entre la ira y el alivio, ha vivido tanto en esta media hora que ya todo le parece vacío, es que el tiempo al avanzar agota toda novedad y lo reconstruye en melancolía intangible; en desquicio o recuerdo. Se ha recostado en la vereda de sus cotidianos vuelos, las paranoias que siente ya fueron fabricadas por los temerosos, los bichos que le hacen deprimir fueron el alimento de alguna alegría, es tan tierna y tersa la piel de su voz agravada por el clima que me ha perturbado la quietud de las manos al conversarle; esos nervios son los mejores cuando su silueta se dibuja inherente a los vestidos y a las sábanas nocturnas amantes del frío para cosechar calores, juegos y hasta estigmas. Su época no es de tranquilidad absoluta pero requiere de hálitos para confundir cayendo pues lo ha decidido, está harta de las rutinas y sus novelas falsas, sabe que la mediocridad no está en abandonar algo sino en no haber podido empezar a lograrlo, se siente un boicot para muchos sueños, ama pero no sabe como aceptar sus miedos, ahora está con su digna bipolaridad, me mira, me odia... yo sonrío y pienso como volverme más tonto y dejar de cubrirme con sus cadencias de infiernos seductores, de libertades esclavas, de uñas traidoras y diálogos recalentados entre dientes de ajo y jengibres muertos... en verdad ya no comprendo por comprender, deseo estar a su lado, mi paciencia será la cura? no, pero sus actos me entretienen y creo que mi espectar la alivia, siempre tratamos de no ser dependencias, pero todos tenemos algo de útil para saciar sed, ego, calenturas de piel, necesidades de olvido, animalismos y caricias cercenadas por, valga la redundancia el cruento tiempo, y somos absurdos, niños y viejos, somos soledad interna uniéndose para sobrevivir en áridas tierras... ha terminado su bebida, he comprendido el sueño, jamás en este momento hablamos, no se puede debe existir un abrazo que lo calcine todo y en verdad convertirnos en lo que tenemos...