y nos envolvieron de imágenes los relatos antiguos y mal entendidos por los en la historia buenos y poderosos en este futuro. Sus lágrimas fueron guiones ensayados para la improvisación del destino de los voráces humanos que no solo comen carne, verduras, vegetales y todo lo que se mueva, se comen entre ellos maliciosamente para el festín de la ambición. Y es que todos quieren alcanzarle, beberte y dejarle... aquel limbo no es un sueño es el cuento donde todos esos mentirosos temen, matan y se revuelcan a diario... más su ambición los consuela... fariseos